Revisión Optométrica
¿Cada cuánto tiempo es conveniente una revisión ocular o de vista?
Según la edad o etapa en la que nos encontremos es conveniente revisarse con mayor o menor frecuencia. Bien para detectar errores refractivos o prevenir y/o detectar anomalías o patologías.
Una revisión optométrica permite detectar problemas visuales que en muchos casos pasan desapercibidos pero que generan síntomas, incomodidad e ineficacia visual.
En la infancia
Aunque no haya antecedentes médicos preocupantes durante el embarazo o el parto, es importante realizar una primera revisión visual antes del inicio de la etapa escolar. En esta fase, la visión juega un papel clave en el desarrollo del niño: aprender, jugar y moverse con confianza depende en gran parte de cómo ven el mundo. Muchas veces los niños no se quejan, pero pueden tener dificultades visuales que afectan su desarrollo sin que nos demos cuenta.
¿Lo ideal? Una revisión al año, especialmente si ya usan gafas, para asegurarnos de que ven bien y detectar cualquier cambio a tiempo
En adolescentes
Alrededor de los 13 años, cuando finaliza el proceso natural de desarrollo visual (emetropización), las revisiones siguen siendo fundamentales. Si el adolescente usa gafas o lentes de contacto, recomendamos una revisión anual para comprobar si hay cambios y tener conocimiento de los hábitos que se están haciendo bien, los que se pueden mejorar y qué cambios y con qué velocidad se están produciendo, si es el caso.
En adultos hasta los 40
Si no hay síntomas ni antecedentes familiares, una revisión cada 2 años puede ser suficiente. Sin embargo, en casos de miopía elevada (más de 6 dioptrías), diabetes o historial de enfermedades oculares (glaucoma, retinopatías), se recomienda un control anual.
Incluso las molestias como la sequedad ocular, fotofobia o deslumbramientos requieren un asesoramiento adecuado de los profesionales del sector que trabajan en el cuidado de sus ojos de la manera más individualizada posible.
A partir de los 50 - 55 años
Las revisiones anuales resultan imprescindibles en esta etapa. Si bien la presbicia (dificultad para ver de cerca) suele ser el motivo más frecuente de consulta, el verdadero valor de estas revisiones radica en detectar patologías silenciosas como glaucoma, hipertensión ocular o degeneración macular, que no presentan síntomas iniciales pero pueden causar daños irreversibles. Cada examen debe incluir la medición de la presión ocular, evaluación del nervio óptico y análisis del campo visual para una detección temprana.
Las cataratas son la principal causa de ceguera en el mundo y merecen especial seguimiento. La detección temprana de cualquier cambio en la transparencia del cristalino permite planificar adecuadamente su sustitución por una lente intraocular cuando sea necesario.
Estas revisiones sistemáticas son la mejor garantía para mantener una visión clara y prevenir complicaciones que afecten la calidad de vida.